Cuando hablamos de principios generales en ajedrez nos referimos a pautas que sirven de guía en la mayoría de las posiciones que se presentan.
Seguramente muchos han escuchado frases del tipo "la pareja de alfiles es superior a alfil y caballo", "las torres deben ir a las columnas abiertas", "ante un ataque por el flanco es bueno reaccionar por el centro", etc. La verdad es que muchas de estas reglas ayudan al ajedrecista bisoño a establecer una mejor comprensión de lo que sucede durante el desarrollo de una partida.

Este autor a mi gusto ha sido injustamente criticado por otros como Watson en su libro "Secretos de la Estrategia Moderna en Ajedrez", sin tener en cuenta que lo que pretendía Reinfeld -a mi entender y después de leer varias de sus obras- era escribir libros que pudieran ser comprendidos por jugadores de todos los niveles. Obviamente a mayor fuerza de juego los principios generales se van dejando un poco de lado, ya que tienen que ir de la mano del cálculo, detalles de cada posición, conocimientos profundo de cada apertura, etc .
Para enseñar a mis alumnos entre 1200 a 2000 de elo me gusta echar mano en estas reglas generales que nos indican como jugar en el setenta u ochenta por ciento de las posiciones. Como método pedagógico de aprendizaje lo valoro mucho y aplico en mi clases. Por ejemplo, suelo mostrar partidas con temas estratégicos específicos o cruzados que ayuden al estudiante a tener un bagaje y conocimiento de las posiciones. Después que el ajedrecista tiene un conocimiento de muchos temas estratégicos pienso que ya tiene las herramientas para estudiar temas más abstractos por su cuenta, como son por ejemplo las aperturas.
Siempre les digo a mis jóvenes estudiantes que es importante conocer los principios generales, pero que tampoco hay que dejarse llevar ciegamente por ellos, ya que el ajedrez moderno nos enseña que muchas veces uno se puede permitir romper estas reglas y salir exitoso.
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